12/07/2020 08:30
Mijas-Marbella
El domingo 12 de julio de 2020 nos animamos a continuar nuestros pasos caminando junto al mar por el litoral de la costa del sol, paseando a buena temperatura, a pesar de la fecha veraniega del momento, y en muy buena compañía.
Iniciamos nuestro camino en la Cala de Mijas, andando los más de siete kilómetros de Senda Litoral con que cuenta éste litoral mijeño, descubriendo unos preciosos tramos de paseo marítimo y unas cómodas y atractivas pasarelas de madera ,que pasan por zonas abruptas y muestran algunos miradores donde hay paneles explicativos sobre la biodiversidad costera. A ello hay que unir hitos como el Torreón que encontramos en la Cala de Mijas, donde aguarda una interesante colección sobre el mar y sobre el desembarco del general Torrijos. Parte de ese recorrido fue urbano, por bonitas urbanizaciones de la zona.
Avanzamos hacia la parte más oriental de la costa, atravesando el Puerto de Cabopino, hasta llegar a la playa del mismo nombre, donde pudimos realizar un recorrido de poco más de un kilómetro por el paraje natural de las Dunas de Artola sobre pasarelas de madera instaladas dentro de este espacio protegido.
Visionamos también en este entorno la Torre Ladrones y el Torreón de la Cala de Mijas.
Recorrimos un tramo final por la Playa de las Chapas de Marbella, animada con sus bañistas, si bien, por los tiempos de pandemia en que coincidió nuestro recorrido, la gran mayoría d origen nacional y de la propia zona y pocos turistas extranjeros, que es a los que estamos acostumbrados a ver en esta costa.
Finalizado nuestro recorrido, disfrutamos de una buena comida de ensaladas frescas y pescaito frito variado en el Restaurante Triana. .
Muy divertido fu también el Torneo de Damas Chinas que organizamos en este mismo lugar, participando dos equipos y con entrega de permios a las dos ganadoras.
Como el desplazamiento lo hicimos en autobús, en el momento de regreso a Málaga pudimos compartir nuestras vivencias en el día vivido. Nos llevamos sensaciones de Desconexión de nuestra rutina, Empatía, Unión, Alegría, Satisfacción, Vínculos, Emociones, Conexión del grupo y, en fin, Buen Ambiente, Buenas Vibraciones y mucha Gratitud.
¿Te apetece saber de algunas curiosidades de los lugares visitados?. Aquí os la dejamos:
Son un sistema de dunas fósiles y móviles que conforman un enclave natural e la costa este del municipio de Marbella. Los vientos dominantes de dirección noroeste y las corrientes litorales aportaron incesantemente materiales arenosos hasta formar un cordón dunar de una veintena de kilómetros de longitud. En la actualidad, este cordón se ha visto reducido, permaneciendo este monumento natural como testigo de lo que, tiempo atrás, fue esta bella área de la costa este marbellí, un verdadero laberinto natural de arenas.
Es posible apreciar en este privilegiado enclave tres tipos de dunas. En primera línea de playa aparecen dunas con cierta movilidad, fáciles de distinguir por presentar rizaduras o ripples. Más al interior, como una barrera paralela a la costa, se encuentran las dunas móviles inactivas, cubiertas ya de vegetación. Y en una posición más alejada, se hallan las dunas fósiles inmóviles, invadidas de un denso pinar.
Las dunas presentan una interesante vegetación adaptada a soportar la fuerte insolación, la escasez de agua y el continuo azote del viento. Entre las especies más comunes se encuentran el barrón o el cardo marítimo y, en la proximidad de la playa, es fácil observar el perfumado narciso de mar. Más alejados de la costa son habituales arbustos como la sabina caudada.
Para conocer esta peculiar riqueza natural, nada mejor que pasear, como hicimos, entre las dunas por alguno de los senderos habilitados, pues el pisoteo podría perjudicar su dinámica natural. De arena gris, en la costa los amantes del baño disfrutarán de unas aguas transparentes, poco profundas y de ese característico paisaje de dunas y pinares que le confieren un aire de playa salvaje.
Es la torre vigía más alta de todo el litoral malagueño y por tanto la de mayor alcance de campo visual.
Era conocida ya al final del s. XV con este curioso nombre, debido seguramente a las aspilleras (ladroneras) situadas en el suelo del voladizo alto (matacanes) que servían de observación y puesto de ataque al enemigo que se aproximaba a la base de la fortificación. De base cuadrada, presenta forma de prisma con unas dimensiones de 3,65 m. de lado, y una altura de 14,60 m., estando reforzada con un revellín.
En época nazarí, enlazaba Marbella y Fuengirola. En 1497 los RR.CC. destinan allí un atalaya por la importancia del sitio, aumentándose su guarnición en 1501 para el control de los mudéjares. En el siglo XVIII aun participaba en la defensa costera, aunque por su estado era incapaz de albergar artillería.
Exteriormente, su construcción de ladrillo, no ofrece hueco alguno, y tan sólo como elemento de adorno una imposta. Está distribuida interiormente en tres plantas y un terrado practicable a modo de terraza.
Desde esta atalaya se ejercía la vigilancia en la época musulmana de la parte oriental de la ensenada de Marbella, pues se levantaba sobre un puntazo arenoso próximo al límite del término Municipal de Marbella con el de Mijas. Parece ser que fue en sus proximidades, cuando en 1365, Ibn Battuta estuvo a punto de ser cautivo por los tripulantes de una galera cristiana.
Los rayos de una tormenta debieron dañarla antes de 1563 en su fachada sur y después en el muro norte, además debió tener también el defecto de vibrar y oscilar con el viento debido a su gran elevación y reducida superficie. Hoy en día se encuentra totalmente restaurada.
Esta torre vigía forma parte de un antiguo sistema de comunicación que existía en el Mediterráneo, sur de Europa y Norte de Africa llamado de las “Torres Almenara”. Este sistema estaba basado en señales luminosas, que de torre a torre avisaban del avistamiento de piratas y contrabandistas. En el área de Mijas Costa hay cuatro torres almenara. De oeste a este, la torre de Calahorra en Calahonda (XVI), la torre de Torrenueva, en Torrenueva (XVI), la Torre de la Batería o Torreón de la Cala de Mijas (XVIII) y la torre de Calaburra junto al Faro (XVI).
La construcción de esta torre, Torreón de La Cala, fue alrededor del año 1760 , está hecha de albañilería y diseñada con 2 plantas y una terraza. El hueco de entrada está en la parte derecha, a seis metros del suelo con una escalera de cuerda . La planta principal o primera planta está iluminada por dos ventanas laterales, y cuenta con una escalera hacia el sótano, una escalera de espiral hacia la terraza, una gran chimenea para hacer el fuego que servía para las señales y para calentarse y en el centro, un agujero para subir con una polea los víveres y municiones del sótano. La planta del sótano es más pequeña, no hay ventanas y está dividida en dos pequeños almacenes, donde guardaban la pólvora, los víveres, la paja y otros materiales inflamables.
Había tres guardas, uno de ellos permanecía siempre de centinela vigilando el mar, otro debía ir diariamente de escucha a la torre de Calahorra y el tercero tenía que ir diariamente de escucha a Fuengirola y volver por la mañana. Esta torre fue desmantelada en 1860.
En la actualidad se encuentra bastante bien restaurada y alberga el Centro de Interpretación de las Torres Vigias del Museo Histórico-Etnológico de Mijas.